Su discurso en la 80 Asamblea General de las Naciones Unidas se enfocó en la crisis haitiana, situación que calificó como “una tragedia humana sin precedentes” que incluye violencia extrema, colapso institucional y control territorial de numerosas bandas criminales que aterrorizan a la población, apuntó.
Reiteró que la única salida a ese escenario es una acción internacional coherente y sostenida, que garantice condiciones mínimas de seguridad y abra paso al más amplio acuerdo soberano entre los propios haitianos.
Reconoció los esfuerzos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), pero sostuvo que aún no tiene la escala ni el financiamiento necesario para alcanzar sus objetivos.
En ese contexto, expresó su apoyo a la propuesta de fortalecer la MSS con una fuerza bajo mandato de la ONU, con estructura de mando reforzada y metas claras, y llamó a los miembros del Consejo de Seguridad a aprobar esa resolución sin demoras.
Recordó que el mandato de la MSS expira el próximo 2 de octubre y comentó que en todos los foros globales ha sostenido que la crisis multinacional de Haití representa una grave amenaza a la paz y la seguridad para República Dominicana y la región.
En otro momento de su discurso el mandatario manifestó que el multilateralismo atraviesa desafíos profundos, agravados por la crisis financiera que afecta a la ONU y por la creciente dificultad para alcanzar consensos que detengan los conflictos.
Afirmó que en este contexto se necesita con urgencia espacios de diálogos más francos, eficaces y orientados a resultados.
Defendió la vigencia de la ONU, pero advirtió que, si no se transforma, corre el riesgo de caer en la irrelevancia. En ese sentido, respaldó la iniciativa ONU80, orientada a revitalizar la organización y dotarla de mayor eficacia y credibilidad.
En su alocución, el presidente Abinader también abordó la necesidad de un nuevo pacto financiero internacional que responda a los desafíos de los países en desarrollo.
Sobre la Agenda 2030, precisó que en el caso de República Dominicana, la pobreza moderada se redujo de 25.8 por ciento en 2019 a 18.05 por ciento en 2025, y la subalimentación bajó de 8.6 por ciento a 3.6 por ciento en el mismo período.
En materia ambiental, alertó sobre el impacto del sargazo en la región y exigió justicia climática para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, que se traduzca, dijo, en financiamiento accesible, transferencia tecnológica y acciones urgentes para proteger los océanos.
Finalmente, Abinader llamó a renovar la fe en el multilateralismo y la cooperación. La ONU no puede limitarse a registrar crisis; debe ser brújula en la tormenta y faro en la noche; la paz no debe ser un anhelo, sino una decisión de todos, puntualizó.
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