Según el diario La Estrella de Panamá, una carta fue remitida por el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental al Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos, acerca de una investigación de lo que llaman “creciente influencia del partido comunista Chino en Panamá”.
En ese sentido, el congresista republicano James Comer, presidente del Comité de Supervisión, está solicitando una sesión informativa para cómo plantea el Departamento de Transporte contrarrestar la influencia del gigante asiático en el istmo y garantizar se mantenga la seguridad y neutralidad de la ruta.
En la misiva fechada la víspera se resalta que aunque Panamá ha mostrado interés con reducir la relación con China aún la situación se inestable.
El Comité de Supervisión está solicitando para el 1 de octubre esta sesión informativa, en la que plantea tres interrogantes claves, entre ellas en caso de que se elimine el Tratado de Neutralidad, bajo qué autoridades asumiría el Departamento de Transporte la operación del Canal y qué tan rápido podría lograrse.
Ante los jefes de Estado y/o de Gobierno ayer Mulino reiteró la fe en el sistema de Naciones Unidas para que se hagan respetar los Tratados Torrijos-Carter y de Neutralidad de 1977, como la principal garantía de la seguridad del Canal, por donde pasa el cuatro por ciento del comercio marítimo mundial, y que es y seguirá siendo panameño, remarcó.
El Canal de Panamá se mantenido con una eficiente operación en manos panameñas, además amplió su capacidad con recursos propios. Ahora dará un paso trascendental en el desarrollo del reservorio del río indio, agregó.
El Tratado de Neutralidad, que está vigente desde el 1 de octubre de 1979, ha sido suscrito por más de 40 Estados y territorios.
Ese documento rige el funcionamiento del Canal, construido a inicios del siglo XX por Estados Unidos, que lo operó hasta que lo traspasó al Estado panameño hace 25 años.
El Tratado de Neutralidad es el argumento que esgrime Panamá, junto con los Tratados Torrijos-Carter, para defender su soberanía sobre el paso navegable tras la amenaza del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, de «recuperar» la vía ante una alegada influencia china que ha sido sistemáticamente negada por el Gobierno de Mulino y las autoridades de Beijing.
El argumento también ha sido utilizado para rechazar el pedido de Trump de que los buques de guerra estadounidenses crucen primero y gratis la vía interoceánica que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
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