En declaraciones al canal 6 de televisión tras presidir la víspera un acto nacional con motivo de la constitución de ese cuerpo uniformado, Murillo subrayó que los nicaragüenses son «afortunados, bendecidos, prósperos y victoriosos, porque tienen paz».
La mandataria recordó que el pueblo ha dado la vida «a lo largo de siglos, defendiendo lo nuestro, nuestra tierra, soberanía, dignidad y decoro nacional».
Afirmó que hoy la nación se siente honrada de trabajar con esperanza y compromiso cristiano.
«Somos servidores de la paz que Cristo Jesús nos ha dado. Paz y bien. Amor y paz», enfatizó Murillo, al tiempo que transmitió un mensaje de reconocimiento, honor y gloria a todos los miembros de la Policía Nacional, tanto a quienes cumplen con su deber como a los que ofrendaron su vida en defensa de la tranquilidad del país.
La copresidenta destacó que Nicaragua es un pueblo fuerte, vigoroso, amoroso y «que no se vende ni se rinde jamás».
En ese contexto, convocó a participar en el desfile programado para este viernes en saludo a la fundación de la institución policial, al que definió como una muestra de unidad, fortaleza y victorias.
«Somos seguridad soberana y seguridad ciudadana porque nuestras instituciones son del pueblo y sirven al pueblo», concluyó la dirigente al enviar un saludo especial a las familias de policías y soldados del Ejército.
Durante el acto anoche, celebrado en la Plaza la Fe de esta capital, Murillo dio lectura al acuerdo presidencial 153-2025 que establece los ascensos en grados de Comisionados Generales correspondientes a este año, a 14 comisionados mayores de los cuales cinco fueron mujeres.
La Policía Nacional de Nicaragua fue fundada el 5 de septiembre de 1979, poco después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
A lo largo de su desarrollo, consolidó su papel como garante de la tranquilidad de las familias nicaragüenses, fortaleciendo su estructura y especialización en áreas como tránsito, investigación criminal, inteligencia y atención comunitaria.
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