En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Browne condenó «el genocidio en Gaza», apoyó la solución de dos estados y lamentó la negación del visado al presidente palestino para asistir a la Asamblea General.
El líder caribeño criticó que, 80 años después de la firma de la Carta de la ONU, el lema «mejor juntos» siga siendo una aspiración incumplida.
Subrayó que «sin la cooperación internacional no se logrará la paz universal» y defendió que los pequeños estados no piden caridad, sino «equidad, paz y la posibilidad de preservar nuestros medios de subsistencia».
Browne enfatizó que para naciones como la suya, la crisis climática es una realidad preocupante y no una simple estadística.
Uno de los puntos más destacados de su intervención fue el llamado a la reparación histórica por la esclavitud y el genocidio de los pueblos nativos. . Browne afirmó que esta marca sigue siendo una «herida abierta» en el Caribe.
«La justicia reparadora no es caridad, es retribución por toda la riqueza extraída y el sufrimiento de nuestros antepasados», reiteró al reclamar el pago de una «deuda histórica».
El mandatario concluyó con un llamado a priorizar la equidad sobre los privilegios y a las personas por encima de los rendimientos económicos, instando a la comunidad internacional a actuar con urgencia y justicia.
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