«Aquí no hay terroristas. Aquí hay personas con derechos, con dignidad», dijo en la quinta jornada de protesta de la agrupación que convoca sus movilizaciones por redes de Internet.
Añadió que los jóvenes de Generación Z «tienen mucho que decir a la humanidad, son la última palabra que hay que decir, la última letra del abecedario. Esperanza. Vamos a decir esperanza con Z».
«Eso necesitamos, hoy día, hermanos y hermanas: ser esperanza para los demás. Y esa esperanza nos obliga a todos a asumir nuestra responsabilidad, nuestro lugar, y hacer una cosa que el Papa Francisco adoraba: generar movimientos populares», aseveró Castillo.
Desde el púlpito de la catedral limeña, el también arzobispo de la capital manifestó que «los muchachos que han salido a las calles y han llenado el centro de Lima inmensamente para reclamar orden en el país, misericordia, justicia».
También, añadió, protestan «por tantas injusticias y leyes injustas que se han aprobado, como la de obligar a (cotizar) un seguro desde los 18 años y así pagar la Administradoras de Fondos de Pensiones» uno de los motivos de las protestas antigubernamentales de Generación Z.
El dignatario eclesiástico se solidarizó también con las protestas de transportistas urbanos que exigen al Gobierno protección efectiva contra sicarios de extorsionadores que casi a diario asesinan conductores
Añadió que la demanda de los transportistas dice: «Señores responsables del orden, hagan orden en la ciudad para que podamos regresar vivos a nuestras casas a ver a nuestras familias».
Entre otras reflexiones nacionales e internacionales y en un discurso de constantes invocaciones religiosas, apuntó que «Jesucristo prefirió estar siempre con los pobres y alentarlos. Es la fuerza de su pueblo, su gran libertador» y se pronunció contra las desigualdades sociales.
«Hoy día la humanidad clama por una liberación verdadera en donde el amor sea el centro y se irradie la solidaridad entre todos, y así detengamos las guerras», manifestó.
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