«El país necesita previsibilidad en las relaciones jurídicas y confianza entre los poderes del Estado. El tribunal tiene el deber de garantizar el orden constitucional con equilibrio», señaló.
Fachin reemplazó este lunes al magistrado Luís Roberto Barroso y tendrá como vicepresidente al también juez, Alexandre de Moraes.
Entre otras responsabilidades, el titular del STF tiene que fijar la agenda de pleitos, dirigir la gestión administrativa de la corte, presidir el Consejo Nacional de Justicia y representar al juzgado ante los demás poderes del Estado.
Además, Fachin enfrentará el reto de pacificar las relaciones del Supremo con el Congreso Nacional y los partidarios del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, condenado a 27 años y tres meses de prisión por liderar un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
El ministro repitió que buscará fomentar el diálogo entre los poderes del Estado y la estabilidad institucional.
Tal plática se realizará sin exclusión ni discriminación, buscando una relación institucional integrada y participativa.
Uno de los énfasis de la administración será la aplicación de la Constitución, con atención prioritaria a los grupos históricamente olvidados, silenciados o discriminados.
Al respecto, Fachin mencionó específicamente a la población negra, los pueblos indígenas, las mujeres y los niños.
«Es hora de escuchar más. No se puede ignorar a los grupos vulnerables. Escuchar es un deber del Poder Judicial y debe garantizar el espacio para la autodeterminación de los orígenes plurales de las personas, los pueblos y las comunidades, con igual dignidad», reiteró.
También el timonel del STF aseguró que la agenda del tribunal se desarrollará de forma colegiada, priorizando los casos en los que la corte reafirma su compromiso con los derechos humanos y fundamentales.
El nuevo presidente enumeró una serie de desafíos complejos para el Poder Judicial, como la creciente judicialización de las demandas sociales, el cambio climático, los impactos de la transformación digital, la desinformación y el crimen organizado en línea.
Dirigiéndose a los más de 18 mil magistrados del país, Fachin expresó que ellos también predican con el ejemplo y abogó por la necesidad de un nivel salarial digno para la carrera, que garantice la independencia funcional, no perpetúe privilegios ni diluya su propósito.
Bajo un clima de tensión turbulento, la corte entra asimismo en un año electoral (2026) que prevé un aumento de los ataques de candidatos aliados de Bolsonaro.
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