En su cuenta de la red social X, la jefa de la diplomacia neogranadina calificó su decisión como un acto de dignidad frente a una decisión inaceptable, en tanto escribió que “la soberanía no se arrodilla” y “Colombia se respeta”.

Posteriormente, la Cancillería emitió un comunicado al respecto.

“Estados Unidos, al vulnerar las normas diplomáticas internacionales y atropellar nuestra inmunidad, se presenta como juez y parte de sus propias arbitrariedades. Con esta decisión, confirma su pretensión de condicionar la soberanía colombiana”, denunció.

Añadió además que Colombia no acepta “que un poder extranjero disponga quién puede hablar o asistir a instancias internacionales en representación del Estado colombiano”.

La entidad aseveró en su comunicación que la dignidad no es negociable.

“La ministra deja constancia de que actuó siempre con lealtad al país, y reafirma que Colombia seguirá adelante, independiente, con plena autonomía para alzar su voz donde considere justo y necesario”, abundó.

La decisión se conoció minutos antes de que Villavicencio reiterara en conferencia de prensa el rechazo de la Cancillería a la revocación del visado de Petro por Estados Unidos, después de que el gobernante participara el pasado viernes en un acto en las calles de Nueva York donde pidió la conformación de una fuerza armada para liberar a Palestina.

El mandatario, que acudió al segmento de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, estimó que el retiro de su permiso para permanecer en territorio estadounidense constituyó un acto contra Naciones Unidas y contra la lucha por la vida de la humanidad.

La canciller es la segunda funcionaria en renunciar al visado norteño en solidaridad con el presidente pues hace unos días también lo hizo el secretario jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo.

En su conferencia de prensa, celebrada en el Palacio de San Carlos, Villavicencio reiteró la necesidad de buscar una sede neural para Naciones Unidas en caso de que el país sede no pueda brindar las garantías necesarias a las delegaciones estatales y consignadas en los documentos fundacionales de la ONU.

“Negar o revocar una visa como arma diplomática por disentir de uno de los miembros participantes atenta contra el espíritu de la Carta de 1945 para una participación presencial con promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión sin consideración de fronteras”, sentenció.

Añadió que limitar el ingreso a un país por razones vinculadas a una opinión se aparta de ese estándar internacional y del artículo 19 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, del cual Estados Unidos y Colombia son parte.

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