En una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN, difundida ampliamente por los medios aquí, el jefe de la diplomacia siria afirmó que la nueva Siria será “un Estado unificado y civil, abierto al mundo y comprometido con la paz civil”, al tiempo que destacó que una nación fuerte y cohesionada “servirá a su pueblo y reforzará la estabilidad regional”.

Al-Shaibani expresó su esperanza de que los pueblos de Oriente Medio, y particularmente el sirio, puedan finalmente vivir en seguridad y paz tras años de conflicto, desplazamiento y sufrimiento. “Queremos construir un lenguaje de diálogo y cooperación con todos”, puntualizó.

El canciller criticó las medidas coercitivas unilaterales, en especial la Ley César y la Ley de 1979 sobre el patrocinio estatal del terrorismo, y enfatizó que “el pueblo sirio no merece ser sometido a estas dos resoluciones”.

Asimismo, subrayó que las sanciones no deben ser utilizadas como instrumento de negociación política y que “el pueblo sirio debe negociar por su libertad, dignidad y el alivio de su sufrimiento”.

Siria aspira a convertirse en un Estado auténtico y fuerte, que represente a su pueblo y esté inspirado en un sentido de pertenencia y lealtad, afirmó, añadiendo que el país cuenta con capital humano calificado, ubicación estratégica y una sociedad con experiencia política e histórica que le permitirá establecer una gobernanza inclusiva y moderna.

El canciller proyectó que en los próximos cinco años Siria alcanzará la seguridad y estabilidad necesarias para su desarrollo económico, y confirmó que “los sirios han comenzado a regresar desde distintos países del mundo”.

En cuanto a las relaciones exteriores, aseguró que Damasco busca mantener vínculos constructivos con sus vecinos, con la Unión Europea y con países europeos, además de desarrollar relaciones estratégicas con Estados Unidos.

Al referirse a la situación interna, Al-Shaibani reveló la formación de dos comités de investigación sobre sucesos de violencia en la Costa y en la provincia de Sweida, además de permitir una misión de investigación de la ONU.

El canciller denunció que la intervención israelí en el sur del país ha complicado la situación en Sweida, al fomentar a grupos ilegales y obstaculizar los esfuerzos de desescalada impulsados por el gobierno.

No obstante, defendió la hoja de ruta conjunta con Estados Unidos y Jordania, la cual, dijo, ha recibido respaldo amplio y representa las aspiraciones de la comunidad drusa.

Por último, Al-Shaibani subrayó que el Estado no puede ignorar el problema de las armas ilegales, consideradas un factor de caos, e instó a formar un ejército nacional unificado, representativo del pueblo sirio y comprometido con la defensa de la soberanía, la integración social y los intereses nacionales.

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