El país junto a Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y en los últimos tiempos Honduras, tienen un potencial de explotación que ronda entre los tres mil mega watt (MW) y los cinco mil mega watts geotérmicos por ser parte del Cinturón de Fuego del Pacífico aunque la tecnología actual no permite llegar a grandes profundidades.
El Salvador es pionero en la explotación de este tipo de fuentes pero solo cuenta con dos centrales y un boca pozo pero, según LaGeo, existen al menos siete zonas con potencial para establecer nuevos proyectos en diferentes puntos del país.
Gil explicó durante un evento celebrado aquí hace varias jornadas que algunos de estos sitios ya están siendo intervenidos, como es el caso de San Vicente y próximamente Chinameca, en San Miguel.
Destacó que la zona este de Ahuachapán, en el occidente del país, es uno de los principales lugares en donde se pueden desarrollar este tipo de proyectos y ya allí existe una geotérmica desde hace 50 años, con una capacidad inicial de 30 megavatios (MW) que en la actualidad aporta 95 MW a la red.
“Nuestro país cuenta con recursos, hay lugares donde estamos creciendo y bendito sea Dios es lo que nos ha permitido ir creciendo en nuestra capacidad de generación”, aseveró.
El Salvador dispone de una capacidad instalada de 217 MW, de los cuales 95 MW son generados por Ahuachapán, 117 por la planta en Berlín y 5 MW por el boca pozo de San Vicente.
Potencialmente la geotérmica debe disputar a la hidroeléctrica el primer lugar en la generación eléctrica en el país, ya que por ejemplo, en agosto inyectó un 18.70 por ciento de la energía demandada por los salvadoreños con las instalaciones existentes.
La energía hidroeléctrica suplió el 37.57 por ciento de la demanda de energía en agosto pasado, su máxima participación mensual del total durante 2025, según la Unidad de Transacciones (UT).
arc/lb





