La encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) indica que el derechista extremo Rafael Lopez-Aliaga mantiene el primer lugar con 8,5 por ciento, porción en su mayoría confinada en Lima, seguido por la neoliberal Keiko Fujimori, con 5,9 por ciento.
En tercer lugar, con 3,3 por ciento, figura el expresidente Pedro Castillo, encarcelado desde hace cerca de tres años y a quien el Parlamento conservador se apresta a inhabilitar para impedir su candidatura.
Detrás figuran el cómico de televisión y derechista extremo Carlos Álvarez (2,4) y el centroizquierdista Alfonso López Chau (0,9). Los demás están por debajo y sumados hacen 5,5 por ciento.
En ambas consultas, más de 60 por ciento no ha optado por ningún candidato, piensan anular el voto o votar en blanco y solo aproximadamente 25 por ciento apoya a alguno de los cerca de 40 precandidatos.
Según el sondeo del IEP, 62,7 por ciento de la población no tiene candidato y la encuesta de Ipsos anota que en similar situación están 62 por ciento de los consultados.
Ipsos sitúa en primer lugar con 10 por ciento a López-Aliaga, a quien escoltan la neoliberal Keiko Fujimori y Mario Vizcarra (hermano del inhabilitado expresidente centro-derechista Martín Vizcarra), con 7 por ciento cada uno.
Más abajo se ubican el derechista extremo Carlos Álvarez , con 4 por ciento y el comentarista de televisión de similar posición, Phillip Butters (3).
Con 2 puntos igualan, cuatro posibles candidatos, el izquierdista Guillermo Bermejo; el político y empresario provinciano y conservador, César Acuña, y los centro-derechistas Yonhy Lescano y Rafael Belaúnde.
En ese contexto, el analista Juan Carlos Tafur, quien declara ser de derecha liberal, insistió en pronosticar un “tsunami electoral antisistema” en los comicios de abril de 2026, por el descontento social mayoritario, del que responsabiliza al Gobierno.
Considera alta la posibilidad de que la segunda vuelta presidencial la protagonicen dos candidatos de izquierda, mensaje que tiene como objetivo explícito que los partidos de derecha y extrema derecha, dividida en una veintena de partidos, dejen de lado sus diferencias y se unan en un solo bloque para ganar el Gobierno.
Según Tafur, la fragmentación derechista es tal, que muy pocos de sus partidos alcanzarán siquiera curules en el Parlamento, por las exigencias de cambios en la legislación que, si hubieran regido en la elección de 2021, hubieran dado a Pedro Castillo mayoría congresal absoluta.
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