Estados Unidos enfrentará el temido shutdown en pocas horas, al término de este 30 de septiembre, último día del año fiscal, pese a las intensas y frenéticas negociaciones en el Congreso.
Sin embargo, no hubo acuerdo entre demócratas y republicanos para financiar al gobierno más allá de este martes.
Los republicanos, mayoría en la Cámara Alta, hicieron todo lo posible para aprobar una percha que permitiera la financiación temporal y que había avalado la Cámara de Representantes, pero no pudieron alcanzar los votos demócratas necesarios para enviarlo al escritorio del presidente Donald Trump.
De esta forma el país verá paralizarse la mayoría de los servicios federales a partir del primer minuto de este miércoles.
Cientos de miles de empleados públicos quedarán temporalmente sin sueldo y se interrumpirá el pago de muchas prestaciones sociales.
El cierre, de acuerdo con cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), dejaría a 750 mil funcionarios federales en situación de desempleo parcial, con una pérdida de ingresos equivalente a 400 millones de dólares.
El último cierre, ocurrido de diciembre de 2018 hasta finales de enero de 2019, durante el primer mandato de Trump, duró 35 días y para entonces la CBO calculó que había reducido el Producto Interno Bruto (PIB) en 11 mil millones de dólares.
Trump echó la culpa a los demócratas por esta situación. «Ellos van a cerrarlo (el gobierno), no nosotros. No queremos cerrar porque estamos viviendo el mejor periodo que se conoce», comentó Trump a los periodistas en el Despacho Oval.
«Podemos hacer cosas durante el cierre que son irreversibles, que son malas para ellos (…) como despedir a una gran cantidad de personas, o cortar cosas que a ellos les gustan», amenazó el mandatario republicano en alusión a los demócratas.
La víspera Trump recibió en la Casa Blanca a los principales líderes republicanos y demócratas del legislativo, un encuentro que no hizo más que confirmar el estancamiento de las negociaciones.
Estas parálisis por falta de presupuesto son muy impopulares en Estados Unidos, y tanto de uno y otro bando del espectro político tratan de evitarlas, en especial ahora cuando las elecciones de medio término tienen fecha próxima: noviembre de 2026 y en ellas estará en juego la mayoría en el Congreso.
Los republicanos -que proponen una prórroga del presupuesto hasta finales de noviembre- buscan mantener su control en ambas cámaras y los demócratas quieren salir del sótano en que se encuentran luego de perder los comicios de 2024.
Recuerdan medios locales que los demócratas tratarán de recuperar cientos de miles de millones de dólares en gastos para la salud pública, en particular en el programa de seguro médico para las personas de menos ingresos, algo que el Gobierno de Trump abolirá con la «gran y hermosa ley» presupuestaria aprobada en julio.
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