Reveló que los bebés expuestos a alérgenos de perros en el hogar tienen un 48 por ciento menos de riesgo de desarrollar asma antes de los cinco años.
Datos aportados por investigadores del Hospital SickKids de Toronto confirmaron la asociación entre exposición temprana a alérgenos caninos y menor riesgo respiratorio.
Aunque el mecanismo biológico aún no está claro, los resultados se suman al llamado “efecto granja” y reabren el debate sobre cómo los animales domésticos influyen en la salud infantil.
El trabajo analizó a mil 50 niños desde los tres meses hasta los cinco años, y se tomaron muestras de polvo doméstico para medir alérgenos de perro (Can f1), de gato (Fel d1) y endotoxinas bacterianas.
Cinco años después, se evaluaron síntomas de asma y función pulmonar y los resultados fueron contundentes: los niños con mayor exposición a Can f1 tenían un 48 por ciento menos de probabilidad de diagnóstico de asma, incluso en casos con predisposición genética.
Mientras, los especialistas precisaron que la exposición a Fel d1, el principal alérgeno felino, no mostró efecto protector frente al asma, según un artículo publicado en la revista Gizmodo.
Sin embargo, algunos estudios paralelos apuntan a una posible reducción de eccema atópico y rinitis alérgica en niños que conviven con gatos.
ro/lpn





