La corte determinó que el ex jefe de Estado también debe pagar una indemnización por daños y perjuicios de 33 mil millones de dólares, dentro de los cuales se incluyen las restituciones tanto a la República como a las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.
Se ordenó, asimismo, la detención inmediata y perpetua de Kabila, que fue hallado culpable de todos los delitos que se le imputaban, incluyendo traición, participación en un movimiento insurreccional y crímenes de guerra.
En lo relacionado con el cuestionamiento de su nacionalidad congoleña, el Tribunal Superior Militar se declaró incompetente e indicó remitir estas solicitudes al Gobierno; mientras que también rechazó la petición del fiscal general de las Fuerzas Armadas de la RDC de incautar los bienes del acusado.
Kabila, que fue presidente entre 2001 y 2019, es considerado el líder de la ofensiva de la AFC/M23 que ha ocupado varios territorios en el este del país, entre ellas las ciudades capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, y a los cuales se les imputan numerosos crímenes de guerra.
El proceso en su contra transcurrió en ausencia, pues según el propio político se encuentra en el exilio.
No obstante, este año Kabila entró a la RDC por los territorios ocupados y sostuvo encuentros con distintos grupos en esas zonas.
El tribunal lo señaló como líder indiscutible de los movimientos rebeldes del país desde la rebelión del coronel Jules Mutebusi (2004), y según la instancia en esta ocasión realizó inspecciones en los centros de entrenamiento de la AFC/M23, supervisó las reuniones de los cuarteles generales rebeldes y dirigió las hostilidades.
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