La Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) y la Gobernación cochabambina firmaron un convenio de cooperación para la implementación de este tipo de tecnología en favor de esta esfera.

«Con información científica podremos tomar decisiones y diseñar políticas que garanticen que nuestros recursos no se agoten y puedan ser manejados responsablemente a largo plazo”, afirmó la directora general de la ABEN, Hortensia Jiménez, citada en una nota institucional.

Jiménez destacó que la aplicación de técnicas nucleares representa una herramienta estratégica para enfrentar los desafíos de la gestión hídrica en un contexto de cambio climático.

Informó que se utilizarán radioisótopos para hacer el seguimiento y monitoreo de aguas superficiales y subterráneas, y planificar el uso sostenible de agua potable y del recurso hídrico para riego y la industria.

La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Hídricos de la Gobernación, Dora Claros, en tanto, consideró que este acuerdo marca un hito para Cochabamba al incorporar nuevas tecnologías en la gestión del agua.

“Esta tecnología nos ayudará a verificar la calidad, cantidad y recarga de acuíferos. Es una gran oportunidad para Cochabamba, porque nos permitirá conocer la situación real de nuestros recursos hídricos y diseñar políticas de largo plazo”, sostuvo.

Claros enfatizó en que este convenio permitirá la coordinación entre regantes, la Gobernación y otros actores para realizar un mapeo departamental de necesidades y, sobre esta base, definir las técnicas nucleares más adecuadas para evaluar la cantidad y calidad de agua disponible.

Agregó que, asimismo, en el contexto del convenio se efectuarán talleres de socialización y capacitación, con el propósito de involucrar a los distintos sectores vinculados al agua y consolidar una gestión sostenible que responda a las demandas actuales y futuras de la población cochabambina.

Las técnicas nucleares facilitan la gestión del agua mediante la hidrología isotópica, que rastrea el origen y movimiento de ese líquido, sobre todo en zonas subterráneas.

Igualmente, mediante radiaciones se mejora la calidad de las aguas residuales, se disminuye su escasez a través de la desalación eficiente y se logra un uso más responsable en la agricultura.

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