El accidente ocurrido en el internado islámico Al-Khoziny, en la isla de Java –la de mayor población del archipiélago-, provocó la muerte de tres personas, hasta ahora.
Aunque decenas de alumnos lograron salir tras el colapso de la estructura, el lunes anterior, muchos quedaron atrapados entre las ruinas.
Los estudiantes estaban rezando en la planta baja del edificio cuando ocurrió la tragedia mientras se llevaban a cabo obras de ampliación no autorizadas (vertido de cemento) en el cuarto piso, por lo que el derrumbe comenzó desde ese nivel, según explicó el portavoz de la policía provincial, Jules Abraham Abast.
El hecho obligó a las autoridades a abrir una investigación, además de apoyar los trabajos de auxilio a los afectados.
No se conoce la cantidad exacta de personas atrapadas entre los escombros todavía, pero se presumen que hay unas 91.
En medio de las labores de salvamento, los rescatistas han proporcionado oxígeno y agua a algunos de los sobrevivientes que dependen de las cuidadosas labores de remoción de las ruinas para poder salir con vida.
La mayoría de los desaparecidos son niños de 12 a 17 años de edad y varios cuerpos han sido divisados entre los despojos, pero se le brinda prioridad a las personas vivas.
Producto del incidente, decenas de estudiantes resultaron heridos, muchos con lesiones en la cabeza y huesos rotos.
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