El alto tribunal declaró en una breve orden sin firmar que aún no ha dado curso a la solicitud de ayuda de emergencia de Trump, interpuesta en agosto para que frenara una orden de un tribunal inferior, el cual determinó que la supuesta destitución de Cook era probablemente ilegal y le permitió permanecer en su cargo.
Cook participó en una reunión de dos días del comité de fijación de tipos de interés de la Reserva Federal en agosto, donde ocurrió el primer recorte de las tasas de interés de referencia en nueve meses. En octubre y diciembre se celebrarán otras dos reuniones.
Sus abogados advirtieron al Supremo que permitirle a Trump la destitución de Cook, incluso por un breve período, traería graves consecuencias, con el riesgo de generar caos y perturbaciones en los mercados financieros.
De acuerdo con los representantes legales, aceptar lo que exige el mandatario «destruiría la histórica independencia de la Reserva Federal, trastornaría los mercados financieros y crearía un modelo para que los futuros presidentes dirijan la política monetaria con base en sus agendas políticas y calendarios electorales».
Además, advirtieron que también expondría a la Reserva Federal a la influencia política. Otorgarle a Trump la ayuda de emergencia que busca sería una «sentencia de muerte» para la independencia del banco central y lo transformaría en un organismo «subordinado a la voluntad del presidente», señalaron.
La Casa Blanca reaccionó enseguida. El portavoz Kush Desai declaró en respuesta a la decisión de la Corte Suprema que «el presidente Trump destituyó legalmente a Lisa Cook con causa justificada de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal».
Esperamos la victoria final tras presentar nuestros argumentos orales ante la Corte Suprema en enero, indicaron.
La insistencia de Trump en destituir a Cook de la junta de la Reserva Federal en agosto -a la que acusa sin pruebas de fraude hipotecario- y su posterior demanda, argumentando que dicha destitución infringía la ley, pusieron a prueba su autoridad para quitar del medio a funcionarios clave del banco central. Esta es una situación sin precedentes en los casi 112 años de historia de la institución.
El ocupante del Despacho Oval ha tenido entre ceja y ceja a la Reserva Federal por no bajar antes las tasas de interés, incluso amenazó con destituir al presidente de la Fed, Jerome Powell. Además, Trump quiere dejar su impronta en la junta de siete miembros.
El mes pasado el Senado confirmó a Stephen Miran, asesor de Trump, para la junta de gobernadores.
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