Sheinbaum había anunciado la presentación para el lunes último, pero la trasladó a este miércoles ante la emergencia de inundaciones en el centro del país, en la cual tuvieron que trabajar el fin de semana los directivos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Durante su habitual encuentro con medios de comunicación, la mandataria señaló que la modificación a la Ley de Aguas Nacionales “es una buena forma de celebrar el primer año de gobierno”, conmemorado este miércoles, y recordó que en la década del 90 del siglo pasado se cambió la legislación.

“Eso generó no solamente descontrol en las concesiones, porque muchas veces ni siquiera avisaban a la Conagua, sino que, además, un uso excesivo, porque ni siquiera había control de cuánta agua realmente estaba utilizando la concesión”, explicó.

Según aclaró, ello se acaba con la iniciativa que ordenará el uso del líquido, un recurso escaso en muchos lugares del país.

“El agua, por la Constitución, es un recurso de la nación, y se puede concesionar. Lo que ya no se va a poder es vender los títulos de concesión; ni tampoco transmitir los títulos de concesión, si hay cambio de uso de suelo”, subrayó.

Sostuvo que la recuperación del recurso resulta un instrumento indispensable para el desarrollo nacional y la iniciativa implementa esquemas transparentes para que la Conagua realice su ordenamiento y se eviten especulaciones con ese recurso.

El director general de la Conagua, Efraín Morales, agregó que los cambios a la iniciativa combaten el uso indebido, el robo del líquido y el mercado negro, además de crearse el Fondo de Reserva de Aguas Nacionales y evitarse el acaparamiento.

Con respecto a la Ley General de Aguas, señaló que busca sentar las bases para garantizar el derecho humano al recurso y al saneamiento, define las competencias de los tres niveles de gobierno y reconoce los sistemas comunitarios de agua.

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