Dobrindt declaró al diario Münchner Merkur que estos centros albergarían a solicitantes rechazados que no pueden ser devueltos a sus naciones de origen, una iniciativa que requiere un marco legal comunitario.

Subrayó el titular que el plan depende de la cooperación entre Estados miembros, pues cada país participante colaboraría en su ejecución concreta.

Afirmó que solo quienes se integran y trabajan pueden permanecer en Alemania, mientras para el resto se debe garantizar la salida obligatoria del territorio.

Una reunión de ministros del Interior europeos este 4 de octubre en Múnich pretende allanar el camino para materializar dichos centros de retorno.

Para el evento confirmaron su asistencia numerosos titulares de la cartera y el comisario europeo de Migración, Magnus Brunner, según reportaron las autoridades germanas.

Cifras oficiales de la oficina migratoria alemana indican que 78 mil 246 personas solicitaron asilo de enero a agosto pasados.

Analistas consideran que la propuesta refleja el giro hacia políticas migratorias más restrictivas en el bloque europeo ante el aumento de presiones.

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