Los activistas, entre ellos tres ciudadanos turcos y cuatro alemanes, uno de ellos de origen turco, navegaban a bordo del barco Sunflower, que había zarpado de España el 31 de agosto con destino a la Franja de Gaza, como parte de la iniciativa internacional para romper el bloqueo impuesto por Israel al enclave palestino.
La noche del 30 de septiembre, la tripulación solicitó asistencia de emergencia tras la rotura del timón y una avería en el motor, lo que provocó que la nave comenzara a hacer agua.
En respuesta, la Armada de Türkiye desplegó la fragata Gediz, que procedió a rescatar a los activistas y los trasladó al puerto de Marmaris, en la provincia de Muğla, en el suroeste del país.
La noche de este miércoles, la Flotilla de la Firmeza denunció que al menos 10 embarcaciones militares israelíes atacaron varios de sus barcos en aguas internacionales, lo que calificaron como un “crimen de guerra”.
El Comité Internacional para Romper el Asedio a Gaza confirmó que algunas embarcaciones fueron asaltadas por fuerzas israelíes, mientras que organizaciones como Amnistía Internacional exigieron protección inmediata para los participantes de la flotilla.
Las Naciones Unidas, por su parte, reiteró que cualquier agresión contra embarcaciones civiles en misión humanitaria es “inaceptable”.
Israel, potencia ocupante en Palestina, interceptó anteriormente misiones similares destinadas a llevar ayuda a Gaza. No obstante, esta es la primera ocasión en que decenas de barcos navegan de forma coordinada hacia la Franja, con el objetivo de denunciar y desafiar los 18 años de bloqueo impuesto por Tel Aviv.
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