Ismail al-Thawabta, director general de la Oficina de Medios del gobierno en la Franja, advirtió que las redes de atención médica están operando bajo una gran presión.
En declaraciones a la agencia de noticias Safa, el funcionario detalló que los suministros médicos esenciales como medicamentos, unidades de sangre y suministros quirúrgicos están al borde del colapso.
El Comité Internacional de la Cruz Roja anunció ayer que suspendió sus labores de forma temporal en la urbe más poblada del territorio ante el incremento de las hostilidades allí.
Al-Thawabta alertó sobre el aumento en la tasa de mortalidad de pacientes que antes eran tratables y la propagación del hambre.
La situación coloca a los civiles, especialmente a los niños, los ancianos, mujeres y heridos, en peligro inmediato, subrayó.
También condenó los ataques contra las instalaciones sanitarias y el bloqueo que impide la entrada de recursos vitales, incluidos alimentos, medicinas y combustible.
Las razones esgrimidas por Israel no justifican en absoluto la interrupción de la capacidad del sistema de salud para salvar vidas, aseguró.
El funcionario también denunció la destrucción a gran escala de la infraestructura de la ciudad mediante bombardeos y el uso masivo de carros-bombas.
Las continuas incursiones contra barrios residenciales y viviendas causan un gran número de víctimas civiles y constituyen una flagrante violación del derecho internacional humanitario, recordó.
Estimó que el objetivo de esa política es obligar a la población a huir hacia el sur como parte de una estrategia de desplazamiento forzado.
Al-Thawabta llamó a la comunidad internacional a ejercer presión sobre Israel para obligarlo de detener su agresión y el asedio al enclave costero, bajo fuego desde hace dos años.
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