Nadie pidió a los ucranianos que combatieran por las naciones europeas, declaró el mandatario a través de su secretario de Comunicación, Zoltán Kovács, en la red social X.

Orbán señaló que la línea del frente ucraniano no constituye la defensa de Hungría, enfatizando que su país nunca solicitó esa intervención y alertó que Europa quemará enormes sumas de dinero y su competitividad se reducirá aún más si continúa el respaldo al conflicto.

Subrayó que la única salida viable son las negociaciones y no una mayor escalada militar, pues no cree en una victoria en el campo de batalla.

Calificó de imposible el ingreso de Ucrania a la Unión Europea (UE) y propuso en su lugar una asociación estratégica para evitar que la guerra entre al bloque.

Analistas interpretan estas declaraciones como un posicionamiento firme contra la corriente mayoritaria en la UE, que prioriza el apoyo militar a Kiev.

Hungría mantiene así su postura disonante dentro de la alianza europea sobre la estrategia a seguir frente al conflicto en Ucrania.

ro/amp