Tras 11 días de protestas, dirigentes de la organización se reunieron este jueves en un consejo ampliado durante más de seis horas y mantuvieron sus exigencias al Ejecutivo.
Además de la cuestión del combustible, se pronunciaron a favor de la defensa de la tierra y sus territorios, en rechazo al extractivismo, por el fortalecimiento de la salud y la educación públicas y pidieron reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 15 al 12 por ciento.
A eso se suma el reclamo de garantías para el ejercicio del derecho a la resistencia y afirmaron la necesidad de exigir verdad, justicia y reparación para las víctimas de la represión, en particular para la familia de Efraín Fuerez, baleado por militares en una manifestación.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, fue el encargado de dar a conocer las conclusiones del encuentro, donde algunos indígenas gritaron “somos resistencia, no terroristas”.
Para mantener las acciones de protesta, el movimiento determinó establecer un corredor humanitario en los puntos de resistencia que garantice el paso seguro de medicinas, insumos médicos y ambulancias a centros de salud.
Asimismo, exhortaron a las organizaciones internacionales, de la ONU, y demás organismos de control a vigilar y denunciar las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y la represión estatal ejecutada por el Gobierno.
De acuerdo con Vargas, también crearán una comisión de expresidentes de la Conaie con el objetivo de fortalecer la lucha con su experiencia.
“Vamos a llevar este proceso que hemos construido desde las bases y hemos dicho: !Qué viva el paro nacional!”, enfatizó el dirigente que también indicó que se pronunciarán contra la consulta popular y referendo propuesto por Noboa para el 16 de noviembre.
Ese proceso “no responde a las verdaderas demandas del pueblo, sino que busca distraer la atención de la crisis social y económica. Pretende eliminar los derechos colectivos de la naturaleza, derechos laborales y gestión comunitaria del agua”, apuntó Vargas.
En este onceno día de protestas hubo manifestaciones en comunidades indígenas y también ciudades como Guayaquil, Cuenca y Quito.
En esta capital, representantes de la Unión General de Trabajadores, la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres, del partido Unidad Popular, la Unión Nacional de Educadores, estudiantes y otros colectivos protagonizaron varias acciones y marchas.
Grupos sociales levantaron un altar en memoria de Efraín Fuerez, en la Plaza del Teatro, en el Centro Histórico, donde pidieron justicia por su muerte, entre velas, flores y cantos.
Otros manifestantes protagonizaron un plantón frente al Ministerio de Defensa, donde se pronunciaron contra el Gobierno mientras simpatizantes de Noboa acudieron al mismo punto a expresar su respaldo a las medidas del Ejecutivo.
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