«Las elecciones celebradas en Moldavia dividieron aún más a la sociedad moldava ya extremadamente polarizada. Los moldavos se sienten engañados, no están dispuestos a aceptar los resultados manipulados, los partidarios de la oposición anunciaron que no reconocen los resultados de la votación», dijo la vocera a los periodistas.
Recordó que el 29 de septiembre el opositor Bloque Electoral Patriótico (BEP) celebró en el centro de Chisináu una manifestación contra las irregularidades producidas y envió a la Comisión Electoral Central del país 45 denuncias por infracciones durante la carrera parlamentaria, mientras que las autoridades respondieron con represiones.
La situación en torno a las recientes elecciones, la situación poselectoral en el país es una consecuencia natural de las políticas de las fuerzas pro occidentales que llegaron al poder en noviembre de 2020, resumió la diplomática.
Después de los comicios legislativos en Moldavia, los votos se distribuyeron casi por igual entre el gobernante Partido de Acción y Solidaridad (PAS) de la presidenta, Maia Sandu, y la oposición orientada hacia Rusia, representada por varios partidos. El PAS obtuvo el 50,2 por ciento de los votos, mientras que los partidos opositores, incluido el BEP, alcanzaron el 49,8.
Al igual que en las presidenciales de 2024, el oficialismo se impuso gracias al voto de los moldavos residentes en los países de la Unión Europea.
A este resultado contribuyó en gran medida la decisión de Chisináu de reducir al mínimo los colegios electorales en la autoproclamada república de Transdniéster e instalar apenas dos centros de votación para casi medio millón de moldavos que residen en Rusia.
El ex presidente, Igor Dodon (2016-2020), líder del Partido de los Socialistas de la República de Moldova que forma parte del BEP, sostiene que los resultados de la votación en el extranjero fueron manipulados e hizo hincapié en que la oposición ganó los comicios dentro de Moldavia.
La distribución final de los escaños parlamentarios dependerá de la revisión de todas las quejas y de solicitudes de recuento, pero ya está claro que el PAS obtendrá la mayoría de los 101 escaños del Parlamento.
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