A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores jordano denunció las provocaciones cometidas por elementos extremistas bajo protección de las fuerzas israelíes dentro del complejo sagrado de Al-Aqsa, y subrayó que Tel Aviv no posee ninguna soberanía sobre los lugares santos islámicos en la Jerusalén ocupada. El portavoz del ministerio, Fouad Majali, calificó la incursión como una “violación del derecho internacional y del derecho humanitario internacional”, y advirtió sobre los riesgos derivados de la continuación de estas agresiones y de los intentos del régimen israelí de imponer una división temporal y espacial del sitio sagrado.
Majali recordó que la mezquita de Al-Aqsa es un lugar exclusivo de culto para musulmanes, conforme al estatus legal vigente, y reiteró que el Departamento de Asuntos de Al-Aqsa y Jerusalén, administrado por Jordania, es la única entidad autorizada para supervisar sus asuntos conforme al derecho internacional.
En paralelo, el gobierno jordano expresó su profunda preocupación por la seguridad de sus ciudadanos que integran la Flotilla de la Libertad Global, interceptada en aguas internacionales por fuerzas israelíes mientras se dirigía hacia la Franja de Gaza con ayuda humanitaria.
En otro comunicado, el Ministerio de Exteriores subrayó que Israel es plenamente responsable por la integridad de los tripulantes jordanos y alertó contra cualquier daño que pudieran sufrir.
Según Majali, la Dirección de Operaciones y Asuntos Consulares mantiene comunicación directa con varios ciudadanos a bordo y está tomando las medidas necesarias para garantizar su protección y facilitar su retorno seguro.
Asimismo, Jordania manifestó su disposición a colaborar en la evacuación de ciudadanos de otras nacionalidades en caso de ser requerido.
El vocero también denunció la intercepción de la flotilla como una “flagrante violación del derecho internacional, una amenaza a la libertad de navegación y un peligro directo para la vida de civiles desarmados”.
Amán instó a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad legal y moral frente a las continuas violaciones israelíes, y exigió garantizar el ingreso sin restricciones de ayuda humanitaria a la sitiada Franja de Gaza, en medio de una catástrofe humanitaria provocada por la ofensiva militar del régimen ocupante.
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