La noticia de la fecha de presentación de la hoja de ruta del mandatario en el hemiciclo era muy esperada, por la presión que enfrenta desde la oposición, con la amenaza del derrocamiento que pende cual espada de Damocles, suerte corrida por sus predecesores Michel Barnier, censurado en diciembre, y François Bayrou, a quien la Asamblea le negó la confianza hace menos de un mes.

El primer ministro está a punto de divulgar su plan de presupuesto 2026 y de formar Gobierno, después de que el proyecto de Bayrou naufragara con su caída, en medio de denuncias de austeridad, al incluir 44 mil millones de euros en recortes y ahorros y la supresión de dos días feriados.

Para la oposición, tanto de izquierda como de extrema derecha, Lecornu debe demostrar ruptura con las políticas del presidente Emmanuel Macron, quien los nombró el 9 de septiembre, y tomar distancia del presupuesto de su antecesor en el Palacio de Matignon.

Según los entendidos, este viernes fue la última oportunidad del jefe de Gobierno para convencer a sus rivales políticos, jornada en la que recibió a figuras como la líder del partido identificado con la extrema derecha Agrupación Nacional, Marine Le Pen, y al primer secretario de los socialistas, Olivier Faure.

Tras el encuentro, Faure consideró que Lecornu mantiene en esencia el plan de presupuesto de Bayrou y criticó que su propuesta sea insuficiente en cuanto al gravamen a los “ultra ricos”.

La izquierda demanda un impuesto para las grandes fortunas, en particular la Tasa Zucman y la eliminación de la reforma de la jubilación, punto en el que el primer ministro no parece dispuesto a ceder.

En cambio, el mandatario renunció a usar el artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar normas sin el voto parlamentario, para los debates sobre el nuevo presupuesto, paso aplaudido por algunos y rechazado por otros, que lo consideran una maniobra para evitar la censura.

Lecornu también informó que propondrá una tasa al patrimonio financiero, medida que para la izquierda se queda corta, ya que su objetivo es imponer la llamada Tasa Zucman, qe busca gravar a las fortunas superiores a los 100 millones de euros con un dos por ciento de impuesto.

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