Pese a la aparente cercanía entre Trump y su par salvadoreño, Nayib Bukele, al menos 119 vuelos llegaron al país con nacionales deportados, algunos con evidencia de ser miembros de las maras o pandillas, y otros víctimas de la persecución de los hispanos en la nación norteña.

Una reseña del diario El Mundo asegura que los meses con más vuelos fueron junio y julio con 22 vuelos cada uno, contrario a agosto que se sitúa como el tercer mes con menos vuelos recibidos.

Luego de tres meses de constantes alzas en los vuelos con deportados salvadoreños, en agosto se redujo en un 45 por ciento, pasando de 22 vuelos en julio a 12 vuelos en agosto: 10 vuelos menos, agregó la publicación.

El Salvador se situó en agosto como el cuarto país con más vuelos recibidos, solo después de Guatemala con 309 vuelos; Honduras con 259 y México con 217. Debajo de El Salvador se encuentra Ecuador con 60 vuelos, añadió.

Informes oficiales indican que El Salvador recibió al menos cinco vuelos militares en febrero, marzo, junio, julio y agosto. La administración Trump utilizó 84 vuelos militares para deportaciones a países del Triángulo Norte, Sur América y otras regiones del mundo.

Uno de los casos más notorio de deportaciones fue la del periodista Mario Guevara, para muchos el rostro de la «injusticia» de esas políticas de Trump, quien llegó a El Salvador tras ser expulsado de Estados Unidos, donde permaneció más de tres meses en un centro de detención.

Guevara, uno de los periodistas salvadoreños con mayor audiencia en Estados Unidos, trabajó por más de 20 años allá, donde tiene dos hijos ciudadanos, uno que depende de él. A base de mentiras Washington me deportó, manifestó al llegar a El Salvador.

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