El viernes último la jueza de Crimen Organizado, Diovanet Olivera, dispuso la formalización del proceso contra dos personas como autores materiales del ataque registrado el domingo 28 de septiembre.

Se les imputó delitos de asociación para delinquir, receptación, incendio, estrago y atentado. Ambos tienen antecedentes penales.

El martes último un primer detenido fue acusado por asociación para delinquir, atentado agravado, estrago y receptación. Es hermano de uno de los imputados el viernes.

Se le ocupó un auto utilizado en el atentado, según videos en manos de la fiscalía.

Durante la semana la policía realizó requisas en el Penal de Libertad y les incautó los celulares a Diego Fernández Albín y a Víctor Albín, hermanos de Luis Fernández Albín capo de la banda criminal “Los Albín”.

También le fue ocupado el celular a Antony Suárez, uno de los integrantes del grupo “Los Suárez”. Ambas bandas se disputan el mercado de estupefacientes en barrios de esta capital. En mayo de 2020 la fiscal Mónica Ferrero recibió amenazas de muerte de una organización criminal manejada por el narcotraficante prófugo Sebastián Marset.

Fue un mensaje directo luego de un ataque con granada contra la fachada de la sede de la Brigada Antinarcóticos, que causó daños materiales.

Otro antecedente ocurrió el 4 de diciembre de 2024. En esa fecha sujetos en motos dispararon contra la sede del Instituto Nacional de Rehabilitación, a cargo del sistema penitenciario. Por ese hecho resultó condenado Luis Fernández Albín, hoy en el colimador de la policía uruguaya.

En agosto último las autoridades ocuparon dos mis 200 kilogramos de cocaína en una finca en las afueras de esta capital. Se presume que el ataque a Ferrero es una venganza y advertencia del crimen organizado.

Según el presidente Yamandú Orsi, las investigaciones “vienen bien en las pistas”. “Hay que coordinar mucho y dejar trabajar a los que saben”, dijo a la prensa el mandatario, quien el sábado refirió que se puso en contacto con autoridades paraguayas sobre el caso.

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