La información fue verificada por el titular de la cartera, Robert Kaliňák.
Un memorando de entendimiento entre Bratislava y Kiev establece el suministro de equipos de ingeniería y contra minas, precisó la fuente oficial.
El documento define los términos de la cooperación bilateral en esta materia.
El canciller ucraniano, Denys Shmyhal, reveló previamente que el paquete incluye cinco unidades del sistema de desminado Bozena y agregó que su país espera recibir también maquinaria de construcción y medios para evacuaciones médicas.
Analistas consideran que este movimiento representa un ajuste táctico en la postura del gobierno de Robert Fico y destacan que mantiene su oposición al financiamiento europeo de armamento para Ucrania.
Esta asistencia constituye la primera que el ejecutivo eslovaco autoriza tras su llegada al poder.
Bratislava había reiterado en múltiples ocasiones que suspendería el envío de ayuda militar directa a Kiev.
Siete meses atrás, la administración Fico bloqueó un nuevo paquete de financiamiento de la Unión Europea para el esfuerzo bélico ucraniano, mientras el primer ministro siempre afirmó que prioriza las negociaciones de paz.
Ocho de cada 10 parlamentarios eslovacos se manifestaron contra el envío de tropas a territorio ucraniano, mientras el gobierno insiste en que no participará con soldados en el conflicto.
Por su parte, Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, según el presidente ruso Vladimir Putin, son proteger a la población de un genocidio por parte del régimen de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Moscú advirtió en reiteradas ocasiones que los países miembros de la alianza atlántica están jugando con fuego al suministrar armas a Ucrania, y que los convoyes extranjeros con armamento serían blanco legítimo para el ejército ruso nada más cruzar la frontera.
Según el Kremlin, la política de Occidente de nutrir de armas a Ucrania no contribuye a las negociaciones ruso-ucranianas y sólo tendrá un efecto negativo.
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