Transportistas en actitud de protesta demandando seguridad ante las extorsiones y su correlato de asesinatos por sicarios, reprochan por doquier a la mandataria, muchos con la pregunta “¿en qué mundo vive la Presidenta?”.

El presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú (más de mil de ellos han cerrado sus negocios agobiados por las extorsiones), Andrés Choy, declaró a la prensa que la mandataria no está al tanto de los métodos de los extorsionadores.

Explicó que, si la víctima no contesta las llamadas, la amenazan de algún otro modo, como dejarle de madrugada una nota en la puerta de su casa o su negocio o simplemente detonando un cartucho de dinamita frente a la vivienda o la tienda.

La presidenta de la Asociación Empresarial Gamarra Perú, Susana Saldaña, líder de la zona comercial de produccion y venta de textiles de Perú, consideró desafortunada la sugerencia de Boluarte y le sugirió que piense en la realidad del país antes de opinar.

El presidente de la Coordinadora de Empresas de Transporte Urbano, Héctor Vargas, quien encabezó uno de los paros de transoportistas contra la inseguridad, sostuvo que lo dicho por la gobernante “es una falta de respeto y de empatía, propio de quien no sabe dónde está parada”.

La prensa critica también la insólita sugerencia de la mandataria y analistas de signos contrapuestos, como el influyente César Hildebrandt y Christian Hudtwalcker le han lanzado fuertes críticas que aluden a lo que consideran su incapacidad.

El Primer ministro, Eduardo Arana, rechazó los adjetivos altisonantes y ofensivos, según dijo, contra la mandataria, sugirió que podría ser por ser mujer o andina y añadió que tal vez sería necesario penalizar los agravios a la institución Presidencial, porque representa al país.

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