Durante un recorrido por la flamante instalación, ubicada en el municipio de Catacamas, en el oriental departamento de Olancho, la mandataria destacó que “volver a ver es volver a vivir”.
Con esta nueva clínica, miles de hondureñas y hondureños que habían perdido la esperanza de recuperar la vista, tendrán una segunda oportunidad, expresó Castro, quien estuvo acompañada por el embajador de Cuba en este país centroamericano, Juan Loforte.
El cirujano jefe del centro hospitalario, Daniel Mayea, ofreció a la gobernante una detallada explicación sobre su funcionamiento, que forma parte del proyecto de cooperación entre Tegucigalpa y La Habana.
Por su parte, el doctor Armando Castillo, jefe de la brigada médica cubana en Honduras, ratificó el compromiso de los galenos de la Isla con la atención a la población con enfermedades visuales, y resaltó la vocación solidaria y humanista que caracteriza a la colaboración de la mayor de las Antillas.
Desde su inauguración, en diciembre de 2024, el programa Operación Milagro brindó más de 44 mil consultas, realizó unas siete mil cirugías de cataratas y pterigión y entregó más de 10 mil 500 lentes graduados.
En mayo último, durante la apertura de la tercera clínica oftalmológica en esta capital, Castro elogió el apoyo brindado por Cuba a las profundas transformaciones sociales puestas en marcha por su administración en sectores vitales como la salud y la educación.
Agradezco en nombre del pueblo hondureño toda esa cooperación desinteresada que nos brinda el gobierno y el pueblo de Cuba, subrayó entonces la mandataria, tras enaltecer el talento de los profesionales de la nación antillana.
“Es un privilegio que Dios les da, no solo es la capacidad científica que tienen, sino ese corazón y esa solidaridad para servir a los demás”, acentuó la jefa de Estado, al saludar de manera personal a los especialistas cubanos.
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