Para lograr este objetivo es imperativo comenzar a trabajar de manera integrada, en lugar de competir entre sí, concluyeron representantes del Puerto de Acajutla (El Salvador), Puerto Santo Tomás de Castilla (Guatemala) y Puerto Cortés (Honduras) en un reciente foro sobre logística, organizado en San Salvador.

El tema abordado por el diario La Prensa Gráfica (LPG) es motivo de atención desde hace meses para autoridades y expertos que estiman que esa integración podría formar un “hub” logístico, incluso con proyecciones para facilitar el comercio con países asiáticos miembros de los Brics.

Según LPG, la Unión Portuaria del Pacífico (UPP) anunció una inversión de mil 615 millones de dólares en los puertos de Acajutla y de la Unión Centroamericana, en el oriente de El Salvador, que según analistas se enlazaría con Honduras por un canal seco hasta Puerto Cortés.

Los principales puertos del Triángulo Norte de Centroamérica podrían formar parte de un “hub” logístico que sirva como una ruta alterna al Canal de Panamá, afectado en los últimos años por un incremento del transporte marítimo que supera sus capacidades y afectaciones climáticas como la falta de agua.

Conectar los sistemas de estos tres puertos sería un primer paso a criterio de Eny Bautista Guevara, gerente senior comercial de Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), la empresa que opera Puerto Cortés. “El sueño es convertir al Triángulo Norte en ese hub logístico”, señaló citado por el LPG.

La inversión de El Salvador es parte de un acuerdo con la empresa turca Yilport Holding, que invertirá mil 615 millones de dólares en los puertos de Acajutla y La Unión en El Salvador, en una sociedad de economía mixta con el gobierno a través de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA). La inversión, dividida en fases, tiene como objetivo modernizar y activar las terminales, así como convertir a El Salvador en un centro logístico regional, triplicando la capacidad portuaria y mejorando la infraestructura existente.

Estos fondos se ejecutarán por etapas, partiendo con 50 millones de dólares en la fase de transición, la cual inició en diciembre de 2024 y durará 18 meses.

Según su gerente comercial, Reynaldo Nolasco, el proyecto más importante de la Fase 1 es la creación de un nuevo muelle de 550 metros en el Puerto de Acajutla, “ganando terreno al mar” y donde colocarán grúas STS de “última generación”, así como la construcción de un patio de contenedores de “respaldo”, precisó LPG.

El muelle estaría terminado a finales de 2028. En 2024, el puerto de Acajutla manejó casi 260 mil teus; con la ampliación, la capacidad de esta terminal llegaría a 800 mil teus anuales, apuntó Nolasco.

En puertos, TEU significa Twenty-foot Equivalent Unit (Unidad Equivalente a Veinte Pies), una unidad de medida estándar que representa la capacidad de carga en contenedores de 20 pies de largo, utilizada para definir la capacidad de buques y puertos y para medir el volumen de comercio marítimo.

Tanto Honduras como Guatemala también dedican esfuerzos e inversiones para lograr este empeño integracionista con los puertos Santo Tomás de Castilla y Puerto Cortés, respectivamente.

Según directivos, citados por la publicación, “estamos caminando a pasos agigantados entre Honduras, Guatemala y El Salvador y lo que tenemos que hacer es trabajar en conjunto”.

Sin dudas, este proyecto de integración portuaria tiene un gran potencial, entre otras cosas, porque ayudaría a enlazar pujantes economías de Asia con áreas del norte de Suramérica y el Caribe, y con puertos del este de Estados Unidos, carentes de terminales de aguas profundas como las existentes en el Mariel, Cuba.

Reynaldo Nolasco, gerente comercial de la Unión Portuaria del Pacífico, actual operador del Puerto de Acajutla, resaltó la necesidad de “trabajar en conjunto” y de contar con una buena red de carreteras para “no quedar aislados”, así como de una futura red ferroviaria.

“El Salvador por ser un país pequeño indudablemente no puede competir en el sentido de mover toda la carga. Necesitamos carga de Europa y si no es a través de los puertos hermanos no podemos recibir esa carga”, lo cual abre otras posibilidades a esta integración del comercio.

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