“Aunque parece una reforma política, es en realidad una medida que le dará certidumbre al país en el sentido de que el presidente electo ya no está ahí solo para pensar cómo va a ser la conquista de un nuevo mandato, sino que está para gobernar”, afirmó el jefe del equipo económico del aspirante del PDC, José Gabriel Espinosa.
En entrevista concedida a Prensa Latina, Espinosa consideró que se trata de una “primera gran reforma que nosotros estamos impulsando, como ha dicho Rodrigo varias veces, él quiere que la reelección se elimine precisamente para que cada Gobierno entre pensando pura y estrictamente en el Gobierno, y no en la construcción de un proyecto de poder”.
“Dicho eso, existen muchas cosas en el capítulo económico de la Constitución que hay que ir reformando”, dijo Espinosa a esta agencia de noticias.
Opinó el economista que Bolivia ha quedado excluida de los circuitos internacionales de inversión.
“Hoy día, Bolivia además tiene una serie de problemas en cuanto a los derechos de propiedad que quedan muy difusos en la Constitución -indicó el experto-, y todo eso se va a buscar ajustarlo para lograr que el país del futuro sea mucho más eficiente con participación del sector público y también del privado”.
En referencia al plan económico integral que anuncia Paz bajo la consigna de “Capitalismo para todos, menos Estado tranca y un país 50/50″, Espinosa amplió más acerca de lo que el PDC denomina la “ruta para reconstruir Bolivia”.
Al respecto, consideró clave la “necesidad de ordenar la casa con medidas prioritarias para reducir el déficit fiscal y lograr los dólares necesarios que permitan capear la tormenta» que, según él, vendrá tras la partida del Gobierno del presidente Luis Arce.
Indicó que, entre las primeras medidas, se encuentra la eliminación de cuatro mil 500 millones de bolivianos (más de 640 millones de dólares) de gasto innecesario.
“La crisis es tan grande que, independientemente de la visión ideológica de cada uno, hay que tomar medidas. Si no se hace nada es muy posible que Bolivia pase una navidad muy mala, yo creo que ni siquiera llegamos a navidad (…)”, opinó.
Agregó que, “precisamente por eso el rol que asumimos, tenemos que adoptar medidas políticas”.
En medio de lo que el PDC y la alianza Libre denominan crisis económica que azota al país, ambas formaciones políticas tienen diferencias en uno de los puntos centrales: el camino para el financiamiento externo para abordar el apuro económico.
Como jefe del equipo económico del PDC, Espinoza plantea la eliminación de la subvención a los hidrocarburos, la adopción de un escudo social a los grupos más vulnerables y la eliminación de gastos innecesarios en el Órgano Ejecutivo.
Millones de bolivianos acudirán a las urnas el 19 del mes en curso nuevamente para definir quién será el próximo presidente, si Paz o el representante de la alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga.
El primero se autodefine como centro derecha partidario de lograr una alineación con el Gobierno de Estados Unidos, sobre todo en los intercambios económicos, como se evidenció en su reciente visita a ese país.
Quiroga, por su parte, es integrante de la ultraderecha liberal del continente, de las terapias de choque del Fondo Monetario Internacional y en su campaña anuncia en la esfera económica “un cambio radical”.
Desde el punto de vista político, en sus redes sociales destacó su reunión en Estados Unidos con el director senior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de ese país, Michael Jensen, veterano militar de operaciones especiales.
Esto último permite prever que en caso de ganar el balotaje del 19 de octubre ocurrirá una mayor injerencia en el Estado Plurinacional del Pentágono, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Antinarcóticos (DEA por sus siglas en inglés) de la potencia del Norte.
otf/jpm





