En un comunicado con amplia repercusión mediática, la empresa precisó que el retorno de las operaciones entre París y la capital malgache Antananarivo será decidido después de un análisis diario sobre la situación en el terreno, marcada por movilizaciones populares contra el Gobierno.
Air France aseguró que su decisión se basa en la prioridad que representa la seguridad de los pasajeros y los tripulantes.
Desde finales de septiembre la inestabilidad impera en Madagascar, donde militares rebeldes anunciaron en las últimas horas que tomaron el control del ejército, mientras el presidente electo, Andry Rajoelina, denuncia un intento de asaltar el poder de manera ilegal.
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