En declaraciones a la prensa tras su llegada a Egipto para participar en una cumbre sobre la paz en la Franja de Gaza, el mandatario reaccionó a los propósitos que lo señalan como el culpable del “caos” imperante, traducido en la caída de tres primeros ministros en 10 meses, el último de ellos reconducido en el puesto por Macron el viernes pasado.

Las fuerzas políticas que decidieron la censura del primer ministro François Bayrou (derrocado el 8 de septiembre) y que juegan a la desestabilización de Sébastien Lecornu son las únicas responsables del desorden, estimó en Sharm el-sheikh, sede del foro encabezado por los líderes de Egipto, Abdel-Fattah El-Sisi, y de Estados Unidos, Donald Trump.

Macron manifestó que en los tiempos que vive Francia nadie debería apostar por la inestabilidad, alegando que ha escuchado comentarios que “no están a la altura de los eventos”.

Sin mencionar nombres de opositores, las palabras del mandatario parecen dirigidas a figuras como Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon, las principales de lo que el oficialismo en suelo galo tilda de los extremos de derecha e izquierda, respectivamente.

La Francia Insumisa, liderada por Mélenchon, y Agrupación Nacional, encabezada por Le Pen, ya presentaron hoy mociones de censura independientes para buscar la caída de Lecornu, y no ocultan su objetivo de regresar a las urnas de manera anticipada, ya sea en elecciones legislativas o presidenciales.

Esta mañana, Mélenchon reiteró su visión de que la crisis en Francia terminaría si Macron deja el poder.

“Yo sigo en mi papel de garante de las instituciones”, expuso el presidente galo, quien llamó a los políticos a no olvidarse de que los puestos públicos son para servir y responder a las demandas de los franceses.

Mañana Lecornu, quien había renunciado el pasado lunes y fue reconducido cuatro días después por Macron como primer ministro, realizará ante la Asamblea Nacional su Discurso de Política General, un momento clave para su futuro en Matignon ante la presión opositora.

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