El sábado, Pakistán lanzó una serie de ataques aéreos en suelo afgano, dirigidos contra zonas de Kabul y el distrito de Barmal, en la provincia de Paktika, con víctimas mortales y heridos, denunció el Ministerio de Defensa Nacional de Afganistán.

Al respecto, el ejército pakistaní justificó la acción como una respuesta adecuada a una agresión, que considerada no provocada, lanzada, según explicó, por talibanes afganos y el grupo Fitna al Khawarij, a lo largo de la frontera entre Pakistán y Afganistán.

Según las fuerzas castrenses paquistanís, su ataque ocasionó más de 200 muertos y la destrucción u ocupación de una veintena de puestos de control afganos

En represalia, Afganistán lanzó una operación contra los puestos de seguridad paquistaníes a lo largo de la Línea Durand, corroboró su Ministerio de Defensa Nacional, que advirtió de una respuesta firme y decisiva ante cualquier futura violación de la soberanía afgana.

La operación tuvo como objetivo específico centros utilizados por las fuerzas del país vecino que habían participado en lo que Kabul denominó recientes actos de agresión contra territorio afgano.

Por su parte, el Gobierno afgano denunció esas acciones como parte de una campaña de ciertos círculos específicos en la vecindad de Afganistán que están descontentos con lo que aseguró mejoras de las condiciones de seguridad y el progreso del país en las esferas política, económica y social.

Agregó que la mayoría de los oficiales militares, políticos, partidos políticos, eruditos religiosos y ciudadanos devotos de Pakistán no están de acuerdo con políticas antiafganas, que pretenden, señaló, dañar los nexos entre los pueblos de los dos países.

De igual modo, Kabul aseguró que mantiene una colaboración constructiva y un entendimiento mutuo con sus socios regionales e internacionales, guiado por la sharia islámica y sus intereses nacionales.

Reiteró que el diálogo sigue siendo su mecanismo preferido para resolver los desafíos, y se han logrado avances notables en este sentido, pues existe la clara comprensión de que la estabilidad y la seguridad de Afganistán son esenciales para la paz de toda la región y del mundo en general.

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