Los casos muestran un patrón cada vez más alarmante: los agresores no solo atacan a sus parejas, sino que extienden la violencia a hijos, suegras y nueras, un fenómeno conocido como violencia vicaria, en la que el autor del hecho ataca a personas cercanas a la víctima con el objetivo de causarle sufrimiento emocional, psicológico o físico.
El caso más reciente ocurrió el domingo pasado en El Milloncito, Distrito Nacional, cuando Nelson Félix Miranda, de 79 años, asesinó a su esposa Mayra Martínez Romero y a su suegra Doris Librada Martínez Romero, de 87 años, antes de suicidarse.
Diario Libre citó este martes varios ejemplos de homicidios múltiples ocurridos este año que involucran a uniformados y que en su momento fueron confirmados por las autoridades.
El 18 de enero pasado el segundo teniente de la Policía Juan Luis Jiménez mató a su pareja y a su suegra, mientras que el 1 de abril el exoficial Fabio Montero asesinó a su esposa, su hijo y su nuera, antes de quitarse la vida.
Más recientemente, en el mes de julio, el capitán del Ejército Samuel Mora Alcántara, de 49 años, mató a su expareja y a la madre de esta antes de poner fin a su existencia.
Aunque la mayoría de los hechos de este tipo ocurridos en el país involucran a civiles, el Ministerio de Defensa inauguró la semana pasada el primer Centro Integral de Salud Mental de las Fuerzas Armadas, destinado a brindar atención psiquiátrica y psicológica a los miembros de las instituciones militares y sus familias.
La clínica busca fortalecer el bienestar emocional del personal castrense y promover una cultura de prevención en materia de salud mental.
El proyecto surgió tras una serie de hechos lamentables que involucraron a uniformados, entre estos suicidios, y que revelaron la urgencia de ofrecer asistencia psicológica integral a los soldados.
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