Durante un encuentro con los medios locales, denominado Café con la Embajadora, la diplomática explicó el contexto actual de desproporcionado despliegue militar en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, que pone en riesgo la paz y la soberanía no sólo de ese país, sino también de toda la región.

Orsini señaló que la presencia de tres destructores estadounidenses equipados con capacidades de defensa antiaérea y antimisiles; un submarino de ataque de propulsión nuclear; más de cuatro mil hombres; aviones de vigilancia y cazas F-35, entre otros medios, forman parte de la creación de un escenario para la agresión.

A esto se suman provocaciones como el asedio a pescadores o el vuelo de aeronaves cercanas a territorio venezolano, para buscar una respuesta de los sudamericanos y, con ello, una justificación para un posible ataque.

Todo este panorama viene aderezado con una narrativa engañosa, apuntó la embajadora, quien se refirió a la campaña sobre una supuesta colaboración del Estado venezolano con el narcotráfico, cuando en realidad sobran los ejemplos del enfrentamiento a ese delito.

Mencionó en tal sentido los informes de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), entre 1999 y 2025, que certifican que Venezuela es territorio libre de cultivos ilícitos y no es un actor relevante para la producción o el tráfico de narcóticos.

Se trata de una alternativa a la que acude Washington tras el fracaso de su estrategia para forzar un “cambio de régimen” por la vía de la asfixia económica y financiera; así como de la manipulación de la oposición política.

Sobre el particular, Orsini comentó que la nación sudamericana ha logrado 17 trimestres consecutivos con crecimiento económico, a pesar de más de mil medidas coercitivas unilaterales aplicadas y de la retención de más de 20 mil millones de dólares en instituciones financieras, entre otras acciones.

La Revolución Bolivariana igualmente ha mostrado fortaleza en el terreno político, al realizar 33 elecciones en 26 años, creando consensos y afianzando un modelo democrático participativo que incluye consultas nacionales populares en más de cinco mil circuitos comunales.

Tras la agresión estadounidense, remarcó la embajadora, está la intención de apoderarse de los recursos venezolanos, pues el país cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo, con el 19 por ciento de las existentes; el cuarto lugar en reservas de gas; la segunda reserva mundial de oro, y un enorme potencial en minerales estratégicos, entre otros.

“La verdad no sólo es una necesidad, es también nuestro mayor acto de rebeldía anticolonial y nuestro mayor escudo para la paz continental”, sostuvo la diplomática, quien trasmitió la exigencia de su país de que cesen de inmediato las agresiones y reafirmó la voluntad de su pueblo de defender su soberanía e integridad, con todos los recursos disponibles.

En el encuentro, representantes del Comité Angoleño de Solidaridad con Venezuela Bolivariana y de la Liga Angoleña de Amistad, Solidaridad y Paz, expresaron su apoyo a la nación sudamericana.

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