“El paro debe acabarse hoy. Esperamos que se acabe hoy y diría máximo mañana, pero no vamos a permitir que la situación se alargue a toda la semana”, afirmó este martes la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, en una entrevista con el canal local Ecuavisa.
Más de mil uniformados realizan un operativo en la Sierra norte del país para despejar la carretera Panamericana E-35, que ha permanecido bloqueada por manifestantes desde el 22 de septiembre en la provincia de Imbabura, que ha sido epicentro de las protestas.
Rovira señaló que por varias ocasiones han entablado diálogos con dirigentes de comunidades indígenas, sin éxito.
De acuerdo con la funcionaria, a medida que transcurren los días se incrementan otros reclamos, pues lo que detonó las protestas fue el pedido de derogar el decreto que eliminó el subsidio al diésel, “pero eso no va a pasar y no está en la mesa del diálogo”.
El movimiento indígena, además, pide al Gobierno reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que pasó del 12 al 15 por ciento para destinar esos fondos a la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad, sin embargo, la violencia persiste y el número de homicidios sigue al alza.
La ministra reiteró que no están dispuestos a negociar el regreso del subsidio al diésel, pero sí hablar sobre otras necesidades de las comunidades.
El presidente Daniel Noboa dijo durante un evento con agroproductores de la provincia costera de Guayas que está abierto al diálogo solamente «con la gente que quiere trabajar, pero no con aquellos que quieren destruir la democracia con odio y violencia».
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos alertó hoy sobre la represión militar indiscriminada en Imbabura, donde un convoy “humanitario” ha atacado a comunidades indígenas, dejando 22 heridos (una de gravedad) y cuatros detenidos. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en un comunicado difundido más temprano, acusó al Gobierno de usar la ayuda humanitaria como disfraz para una operación militar.
“El convoy, lejos de ser humanitario, fue una operación de guerra contra el pueblo, planificado desde el poder. (…) Denunciamos que el Gobierno de Daniel Noboa ha optado por la represión en lugar del diálogo”, indicó la Conaie.
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