Un artículo publicado en ese medio destaca la capacidad de la joven sueca para movilizar a la sociedad civil y forzar a los líderes mundiales a confrontar la amenaza que representa para la humanidad el cambio climático.

Con su Huelga Escolar por el Clima, Greta encendió un movimiento de masas global, juvenil y no violento que ha llevado a millones de personas a las calles en más de 150 países.

Un argumento central para otorgarle el Premio Nobel de la Paz es que el cambio climático es un multiplicador de amenazas que, si no se frena, será la principal causa de guerras, conflictos y flujos de refugiados en el futuro, afirma la publicación digital.

Agrega que la escasez de agua, la degradación de la tierra y la inseguridad alimentaria intensifican los conflictos por la competencia de recursos vitales, lo que históricamente ha sido una fuente de violencia y desplazamiento.

Otra razón para entregarle el lauro es su valiente activismo en zonas de conflicto, como es el caso de Gaza, a través de su participación en las flotillas para entregar ayuda a la población de ese enclave palestino.

Su presencia en estas iniciativas, que fueron interceptadas por fuerzas israelíes y resultaron en su detención y deportación, fue un acto de resistencia civil y humanitaria directa.

Al vincular el futuro seguro del planeta con el presente de la justicia social y la ayuda humanitaria, Greta Thunberg se posiciona como una defensora de la paz con una visión integral y global, merecedora del alto reconocimiento, afirma Crónica Digital.

lam/car