Durante una entrevista al programa Panorama de la cadena británica BBC, y citadas por la agencia jordana Petra, el monarca reiteró que el futuro de la región depende de avanzar hacia la paz y de garantizar los derechos legítimos del pueblo palestino, conforme al consenso internacional y las resoluciones de Naciones Unidas.

Si no resolvemos este problema, si no encontramos un futuro para israelíes y palestinos y una relación entre los mundos árabe y musulmán e Israel, estamos condenados», afirmó el Rey.

Señaló que los reiterados fracasos de iniciativas anteriores demostraron que la única salida viable es la implementación de la solución de dos Estados, mediante la cual un Estado palestino soberano conviva en paz y seguridad junto a Israel.

Al referirse a los acontecimientos recientes en la región, incluida la guerra entre Israel e Irán, y el ataque israelí contra líderes de Hamás en territorio catarí, el soberano jordano advirtió sobre el riesgo inminente de un conflicto regional de gran escala.

En relación con el acuerdo de alto el fuego alcanzado recientemente en Gaza, el Rey expresó su confianza en que los actores regionales puedan garantizar su cumplimiento.

Aclaró que tanto Egipto como Catar, países que mantienen canales de diálogo con las autoridades en Gaza, se han mostrado optimistas respecto a la disposición de Hamás a ceder la administración del enclave a un organismo palestino independiente.

El monarca subrayó además la importancia del compromiso de Estados Unidos con el proceso de paz más allá de la coyuntura inmediata.

En nuestras conversaciones con el presidente Trump, él sabe que no se trata solo de Gaza, ni de un horizonte político específico. Busca traer la paz a toda la región. Eso no sucederá a menos que los palestinos tengan un futuro», expresó.

Preguntado sobre si aún cree posible ver un acuerdo de paz definitivo durante su vida, el Rey respondió con firmeza: «Tengo que creerlo, porque la alternativa probablemente significaría el fin de la región».

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