La elección de este cargo fue motivo de divergencias entre sectores opositores y los afines al gobierno, y por ejemplo, la diputada del partido Vamos (Centro), Claudia Ortiz opinó que ya que se eligió a una funcionaria “que ha callado las violaciones a derechos humanos”.

La procuradora que se reelige por segunda oportunidad a propuestas de Nuevas Ideas (NI) y aliados, fue durante su última gestión de tres años fuertemente criticada por presuntamente hacerse de la “vista gorda” ante supuesto abusos en el país.

La diputada de NI, Suecy Callejas al explicar el porqué de la reelección no explicó cómo tomaron la decisión de optar por Caballero y descartar a los otros cuatro candidatos que no eran propuestas del partido en el gobierno.

A las críticas se sumó Ortiz quien aseguró que El Salvador, desde la posguerra, “experimenta actualmente la etapa de mayores violaciones a derechos humanos por parte del Estado».

Un ejemplo de la inconformidad se observa en una carta abierta publicada en el diario El Mundo por el politólogo y defensor de los derechos humanos Benjamín Cuellar quien arremete con crudeza contra la funcionaria a la que califica de “defensora del puesto”.

Cuellar enumera las omisiones de responsabilidades de la Procuradora quien debe velar “por el respeto y la garantía de nuestros derechos, investigara de oficio o por denuncia recibida casos en los que hubiesen sido violentados y asistiera a presuntas víctimas,”, entre otras.

Guevara, quien fue reelecta en votación nominal y pública con 57 votos a favor (Nuevas Ideas y aliados) y tres en contra (Vamos y Arena), es rechazada por sectores opositores por su falta de defensa de derechos que la oposición dice se violan bajo el régimen de excepción.

Un informe del diario Colatino destaca que Caballero negó que haya denuncias de torturas en las cárceles. Defendió también la reserva de información sobre sus viajes, aspectos criticados durante su gestión.

La funcionario alegó, ante las críticas que “hay bastantes datos estadísticos, pero la intención de continuar en el cargo es para consolidar el trabajo que ya se ha venido realizando. Estamos en un proceso de modernización de la institución, se han creado nuevos sistemas tecnológicos, se ha estado sistematizando”.

Sin embargo, críticos señalan que la procuradora fue totalmente omisa frente a las miles de capturas arbitrarias, torturas y muertes en las cárceles de personas inocentes detenidas junto con pandilleros en la ofensiva de represión que la propaganda gubernamental denominó “guerra contra las maras”.

Entre otros cuestionamiento, críticos señalan que la procuradora también fue incapaz de decir una palabra sobre la persecución judicial contra defensores de derechos humanos, activistas sociales y opositores políticos.

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