El encuentro entre el mandatario egipcio, Abdel Fattah el Sissi, y el general Abdel Fattah a Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición (CST) sudanés, examinó el impacto del embalse etíope y concluyeron que propició las recientes inundaciones en sus respectivos países, según resúmenes de las fuentes oficiales aquí.
La construcción de la Gran Represa Renacimiento tiene todos los signos de convertirse en un conflicto entre El Cairo y Adís Abeba, debido a que el primero depende de las aguas del Nilo para su economía y el consumo de una población que crece por días.
Los etíopes aseguran que el embalse en modo alguno perjudicará los derechos y necesidades egipcias.
Sobre el conflicto sudanés, aunque de forma implícita, Egipto apoya al CST en la guerra de dos años y medio con la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), lideradas por el general Mohamed Handan Dagalo, quien, a creer fuentes oficiosas, recibe armas y drones de Emiratos Árabes Unidos, cuyas autoridades refutan involucración alguna.
Meses atrás, las RSF anunciaron la integración de un gobierno que regirá en las zonas bajo su control, pero sus posibilidades de influencia fueron disipadas por la Unión Africana, que instó a desconocer ese gabinete paralelo.
La guerra civil sudanesa provocó la mayor crisis de refugiados de la historia, 14 millones de desplazados, además de 24 mil muertes, un número superior de heridos y la devastación de este país del noreste africano.
mem/msl





