Comparaciones con años anteriores señalan que la reducción se debe al fin del “patrocinio oficial” de píldoras narcóticas y a la paralización de las líneas de producción de hachís que existían en Siria, informaron datos publicados por Al-Mamlaka TV.
Según el medio, durante 2022, el ejército jordano monitoreó unas 160 redes de contrabando en el sur de Siria, lo que motivó un endurecimiento de las reglas de enfrentamiento y el reforzamiento de la vigilancia aérea y terrestre.
Hasta finales de septiembre pasado, las Fuerzas Armadas jordanas frustraron 593 intentos de infiltración y contrabando, entre ellos 96 operaciones de contrabando y 78 de infiltración, además de derribar 322 drones y confiscar 85 armas junto a más de 11 millones y medio de pastillas de estupefacientes.
Jordania se beneficia actualmente de la cooperación de inteligencia con el nuevo gobierno sirio, sin embargo, este último aún no controla plenamente las zonas fronterizas debido a la dependencia de fuerzas locales ligadas anteriormente a la oposición, lo que dificulta la imposición del Estado de derecho en la región.
Fuentes jordanas confirmaron que la colaboración con Damasco busca aislar las redes restantes de narcotráfico y combatir el terrorismo, en medio de la disminución de la capacidad de las líneas de producción dentro de Siria tras la caída del régimen de Assad.
Cabe señalar que en 2024 se registraron 120 intentos de infiltración, 72 de contrabando, 119 intentos adicionales de infiltración y 519 operaciones de contrabando mediante drones. Durante ese año se incautaron 71 armas, 14 mil kilogramos de hachís y más de 3,2 millones de pastillas de estupefacientes.
En los últimos meses, el ejército jordano anunció el fracaso de decenas de intentos de infiltración y tráfico de drogas a través de la frontera con Siria, tras una relativa disminución de estas operaciones luego de la caída del régimen sirio.
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