La reunión brinda continuidad a la sostenida la víspera por la nueva presidenta del PLD, Sanae Takaichi, y funcionarios del JIP, durante la cual las partes confirmaron su consenso en políticas fundamentales, como la Constitución, los asuntos exteriores y la seguridad nacional.

Sin embargo, no se llegó a un acuerdo sobre varios temas, entre ellos, la abolición temporal del impuesto al consumo de alimentos y la prohibición de las donaciones políticas por parte de empresas y grupos.

Uno de los representantes del JIP, Fujita Fumitake, declaró a medios nacionales de prensa, que la probabilidad de constituir un gobierno de coalición a gran escala con el PLD es elevada pues la colaboración se está tomando muy en serio.

De ser así, miembros del JIP se unirían al gabinete si Takaichi es electa primera ministra, mediante votación en el Parlamento, dentro de unos días.

Creo que la presidenta Takaichi y yo compartimos puntos de vista similares, y eso nos ayuda a forjar una relación de confianza, afirmó.

Según reporta la agencia japonesa de noticias NHK, el JIP también participa en negociaciones de colaboración con la oposición en estos momentos, por lo que las próximas horas y días son cruciales para decidir el rumbo del futuro gobierno.

Tras 26 años de sociedad, la formación Komeito decidió romper su vínculo con el PLD al conocerse la elección de Takaichi como nueva líder, debido a la postura política unltraconservadora de la dirigente.

La ruptura del nexo podría significar la pérdida del poder para el PLD, que ha regido en esta nación asiática casi sin interrupción desde 1945.

Por tradición en Japón, el jefe del principal partido ejerce también el cargo de primer ministro, pero este año el PLD en alianza con Komeito perdió la mayoría tanto en la Cámara Baja como en la Alta del Parlamento.

Sola la organización cuenta con mucho menos apoyo, por lo que intenta establecer una nueva alianza que le permita aferrarse al poder.

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