Al intervenir en la reunión preparatoria de la COP30 en Brasil, Puig advirtió que los graves efectos del calentamiento global obligan a modificar los modos de producción y consumo, y a condicionar las agendas de desarrollo y las formas de organización social, de acuerdo con una información publicada en el sitio de la Presidencia.
“El cambio climático y sus riesgos están reconfigurando la economía mundial; el costo de la inacción es demasiado alto. La transición hacia una economía resiliente, baja en carbono e inclusiva es inaplazable”, enfatizó.
Puig destacó que el crecimiento económico por sí solo no garantiza el desarrollo sostenible. No se trata solo de crecer, sino de crecer bien: descarbonizar la economía, avanzar en la transición energética y asegurar mayor igualdad social, todos desafíos urgentes y complejos, señaló.
Manifestó que para la República Dominicana, un pequeño Estado insular, el desafío es ambiental, estructural, económico y social, y requiere decisiones políticas claras y coherentes.
Subrayó además la importancia de orientar los flujos financieros climáticos hacia proyectos que impulsen la transformación en los países menos desarrollados y vulnerables.
Durante la Pre-COP, Puig valoró el esfuerzo de Brasil para garantizar el éxito del evento, denominado “la COP de la implementación”, y destacó las ideas innovadoras presentadas por su presidencia.
La delegación dominicana estuvo encabezada por Puig e integrada por Gabriela Márquez, del Ministerio de Medio Ambiente; Domingo Melenciano, del Ministerio de Relaciones Exteriores; y Sara González, del Consejo Nacional sobre el Cambio Climático y Mercado de Carbono.
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