A juicio del gobernante, Washington señala a los países del área como ineficaces en la lucha contra los estupefacientes y alude a la existencia de un presunto Cartel de los Soles como excusa, pero con la pretensión real de intervenir militarmente en la región y disponer de los recursos energéticos de Venezuela y Guyana.

“La codicia petrolera es la que está detrás de los misiles sobre pescadores. Hay pescadores de Trinidad y Tobago que murieron asesinados. Hay un video de una lancha con los motores levantado, y que estaba quieta, a la que le cayó un misil”, afirmó.

En un mensaje anterior, el mandatario pidió a América Latina y al Caribe a unirse ya para rechazar y reaccionar, más allá del discurso, cualquier agresión a la patria de Bolívar y al territorio latinoamericano y caribeño.

“Venezuela es de los venezolanos”, escribió en alusión a las crecientes amenazas del gobierno estadounidense contra el país bolivariano.

El presidente también pidió durante la víspera ayuda de los abogados del Colectivo José Alvear Restrepo en la definición de responsabilidades en relación a los bombardeos que Estados Unidos ejecuta y por los cuales murieron ya 34 personas, según manifestó.

Calificó estas acciones como “una agresión internacional contra una zona de paz y una agresión contra la soberanía nacional de los pueblos latinoamericanos”.

Petro aseveró que las lanchas de pescadores no están saliendo de las islas San Andrés y Providencia, y que en Santa Marta “hay jóvenes que no regresan” a sus hogares.

“No puedo decir qué puede haber pasado con ellos, pero no han llegado a su casa y salieron por la mar. (…) Hay que denunciar en todas las instancias nacionales e internacionales”, instó.

Estimó que “cualquier funcionario del gobierno de Estados Unidos que haya participado en esos hechos, independiente de su nivel jerárquico, debe ser juzgado en Colombia (…) porque son cómplices de un asesinato de un civil colombiano”.

Desde hace varias semanas el jefe de Estado colombiano advierte sobre las graves violaciones que suponen los bombardeos y las ejecuciones extrajudiciales de Estados Unidos en la región caribeña.

Incluso catalogó como un acto de responsabilidad humana la renuncia del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, quien estuvo cargo de las operaciones militares en el Caribe cerca de Venezuela.

“No apuntar las armas contra la injusticia, no ser objeto del crimen de guerra es el mayor deber de un soldado”, señaló sobre la decisión del militar.

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