Un reporte publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) señala que en esa estabilidad de la tasa de inflación incide un descenso mensual respecto a agosto en los precios de los servicios de transporte, que pasaron de 3,5 al 2,4 por ciento, así como de los alimentos no procesados, con una caída desde 5,6 hasta 4,8 puntos porcentuales.
Sin embargo, los precios de los productos energéticos regulados se aceleraron, del 12,9 al 13,9 por ciento, y además se apreció una recuperación de 1,2 puntos porcentuales en los precios de los productos energéticos no regulados.
En ese noveno mes del presente año la inflación subyacente, que excluye en su cálculo a la energía y los alimentos no procesados, se desaceleró del 2,1 al 2,0 por ciento.
La tasa de variación anual se mantuvo estable, en un 0,6 por ciento, para los precios de los bienes, mientras que la de los servicios retrocedió ligeramente, desde 2,7 hasta los 2,6 puntos porcentuales
Como resultado de estos movimientos, la brecha de inflación entre los sectores de servicios y bienes se redujo a 2,0, desde los 2,1 puntos porcentuales observados en agosto.
Los precios de los alimentos, productos para el hogar y cuidado personal se desaceleraron entre ambos meses, del 3,4 al 3,1 por ciento, a la vez que los de productos de compra frecuente aumentaron desde los 2,3 hasta los 2,6 puntos porcentuales.
Los analistas del Istat consideraron, sobre la base de esos cálculos, que la inflación acumulada para 2025 es del 1,7 por ciento, para el índice general, y de 2,0 puntos porcentuales, para el componente subyacente, agrega la fuente.
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