Según el parte del ente castrense publicado este domingo en su canal oficial de Telegram, 12 de las interceptaciones de los vehículos aéreos no tripulados se realizaron en la región de Samara; 11 en Sarátov; cinco en Rostov; tres en la península de Crimea; dos Briansk, al igual que en Lípetsk; y uno en Volgogrado, Oremburgo, Riazán, Tver y Tula.
Más temprano hoy, el gobernador de Oremburgo, Evgueni Sólntsev, comunicó que un ataque ucraniano con drones causó un incendio en una planta de gas de esta región del suroeste de los Urales.
«Drones de las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron un ataque contra otra instalación industrial de la región causando daños parciales a la infraestructura de una planta de gas», publicó Sólntsev en la red social Telegram.
El gobernador precisó que el ataque dio origen a un incendio de una de las naves de la planta. Todos los servicios de emergencia se movilizaron para mitigar el impacto. Según el funcionario, «no hubo víctimas entre el personal» y el incendio «no representa un peligro para la población».
Por su parte, la agencia nacional del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de restricciones provisionales de vuelos en los aeropuertos de Samara, Kaluga, Oremburgo, Ufá y Volgogrado en la última jornada, con el objetivo de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, según el presidente, Vladimir Putin, para proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional.
Los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
mem/gfa





