En declaraciones a la cadena France Inter, el alto funcionario y exprefecto de París consideró un problema para su trabajo no tener una mejor relación e intercambios con el país norafricano en temas de seguridad.
Será necesario, sin dudas, que las cosas se muevan y que vuelva el diálogo sobre seguridad y el intercambio de información, insistió.
Su antecesor, el conservador Retailleau fue un promotor de la mano dura con Argelia, e incluso llamó a romper los acuerdos migratorios de 1968 entre los dos países. Al respecto, Núñez manifestó que el pacto aunque perfectible, funciona.
El deterioro de las relaciones franco-argelinas escaló en los últimos meses con medidas de represalias entre las partes, entre ellas la expulsión de diplomáticos y la decisión del presidente Emmanuel Macron de suspender la exención de visa para pasaportes oficiales y diplomáticos de Argelia, lo cual implicó el rechazo formal a un acuerdo que databa del 2013.
En respuesta, la Cancillería de la nación norafricana denunció el referido pacto y acusó a París de enturbiar los vínculos bilaterales.
Las tensiones tienen como trasfondo el reconocimiento por Francia de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, cuya independencia Argelia respalda, sin ignorar las heridas del pasado colonial y de la sangrienta guerra de independencia.
También el arresto en Argel del escritor Boualem Sansal, condenado a cinco años de cárcel por atentar contra la seguridad del Estado, y la negativa a aceptar la deportación de influencers argelinos denunciados por el gobierno francés por promover la violencia dentro de su territorio.
Parecía que la crisis tendía a la solución a raíz de una conversación telefónica a finales de marzo entre Macron y su par argelino, Abdelmadjid Tebboune, quienes acordaron poner fin a las tensiones y volver a la cooperación en los ámbitos de seguridad y migratorio.
Sin embargo, la Fiscalía Nacional Antiterrorista gala detuvo a uno de los agentes consulares del país norafricano, presentado como sospechoso por el secuestro en abril del año pasado del asilado opositor argelino Amir Boukhors, conocido como AmirDZ, arresto que atizó la confrontación.
rgh/wmr





