Un comunicado del Ministerio para las Relaciones Exteriores valoró que este gesto “estrecha aún más los lazos fraternos” entre la República Bolivariana y la Iglesia Católica universal”.

Asimismo, valoró su mensaje de reconciliación, humanidad y encuentro entre las naciones.

La nota oficial celebró “con profundo júbilo la canonización de los primeros santos venezolanos”, acontecimiento que consideró “espiritual e histórico que honra la fe viva de nuestro pueblo y fortalece el alma de la patria”.

Señaló que Hernández, el médico de los pobres, y Rendiles, servidora incansable del Evangelio, “encarnan las virtudes más nobles de nuestra identidad: humildad, trabajo, compasión y amor al prójimo».

Sus vidas, subrayó, son «testimonios de que la grandeza humana nace del servicio, la bondad y la entrega solidaria”. El texto manifestó su profundo agradecimiento, además, al papa Francisco, quien con sabiduría pastoral impulsó las causas de santidad de estos dos venezolanos ejemplares, reconociendo en ellos la fe sencilla y la fuerza espiritual de los pueblos humildes de Nuestra América.

Al valorar el suceso de este domingo en Roma, la Cancillería destacó que “nos encuentra unidos como nación, reafirmando que Venezuela es un pueblo profundamente creyente, de auténticos valores cristianos y espíritu solidario”.

Un pueblo, dijo, que ha sabido defender la paz en medio de desafíos y dificultades, con dignidad, esperanza y fe inquebrantable.

“Nada ha podido ni podrá quebrar nuestra vocación de paz, justicia y vida”, resaltó.

Afirmó que, inspirados por estos nuevos santos, Venezuela renueva su compromiso de seguir construyendo una sociedad basada en el respeto, la hermandad y la unidad nacional, “guiada por el amor y la esperanza que brotan del Evangelio y de la grandeza espiritual del pueblo”.

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